El juego de la ouija ya nos es conocido a todos. Lo hemos visto en internet, en varias películas y puede que hasta un amigo nos haya invitado a invocar a los espíritus con ella. Si no sabes lo que es, consiste en una tabla de madera con un abecedario que según las malas lenguas, permite la comunicación con los espirítus. Pero, ¿cómo funciona? ¿Es real la ouija? Hay mucho mito y misticismo sobre el popular juego, así que vamos a averiguarlo.
¿A qué se debe el mal olor? ¿Cómo sabemos que algo huele bien o huele mal?
Y la respuesta es… no lo sabemos, por lo menos del todo. Sabemos que cada persona tiene millones de receptores olfativos, con unos 400 genes que nos dicen si algo huele bien o mal, sin embargo, no conocemos su funcionamiento, además, estos genes varían de persona en persona. Esto significa que a alguien le puede oler bien una determinada cosa (el durián, por ejemplo, una fruta tropical de la que hablé aquí) mientras que a otra persona le resulta repugnante.
Tiene una razón psicológica, a las personas nos gusta vernos en el espejo continuamente y por eso se colocan espejos en los ascensores: para hacer más entretenida la espera.