Los romanos eran unos auténticos portentos, construyeron las mayores obras de ingeniería de su época con su limitada tecnología, obras que aún perduran con el tiempo. ¿Su secreto mejor guardado? El hormigón romano.
El hormigón es un material compuesto que se compone generalmente de cemento, agua y arena/grava y que utilizamos para construir muchísimas cosas, forma parte de nuestro día a día.
Maravillas como el Panteón romano siguen en pie después de dos milenios, y no en mal estado, precisamente, lo que nos hizo preguntar: ¿qué usaban los romanos para construir?
Panteón (Roma), construido con hormigón romano.
El secreto del hormigón romano
La «receta» desapareció, como el Imperio Romano. Hubo que esperar 1000 años desde su caída para redescubrir el hormigón a secas, el secreto del hormigón romano se conoció aún más tarde gracias a textos antiguos que se han podido recuperar: se utilizaba un hormigón formado a partir de pozzolana (arenas volcánicas), rocas y cal de construcción.
Y todavía no lo sabemos todo…
…porque parece ser que el hormigón romano oculta todavía más misterios. Uno de ellos se ha descubierto muy recientemente: el hormigón mediante una reacción de agua de mar y una mezcla de ceniza volcánica con cal viva formaba cristales de tobermorita, que aumentaba su resistencia a la fractura. Y esto no es todo, a medida que el agua de mar iba entrando por las grietas del hormigón, reaccionaba con otro cristal hallado generalmente en rocas volcánicas, la philipsita, formando más cristales de tobermorita…
En resumen: la mezcla de todos estos factores formaba un hormigón que podemos catalogar como uno de los mejores materiales de construcción de la historia, por su empleabilidad, durabilidad y abundancia. Ni tan siquiera el hormigón moderno es tan resistente, ya que en contacto con el agua salada se deteriora a lo largo del tiempo. ¡Parece que tenemos mucho que aprender de los romanos todavía!
¡Qué Curioso!