Ya en la antigua Roma tenían que lidiar con los desperdicios de sus habitantes, y con lo avanzado que es el mundo hoy día el problema que ocasiona la basura no ha hecho más que empeorar. Se estima que cada año se desechan 2.120.000.000 toneladas (1 tonelada son mil kilos) de basura. Reciclar se convierte en algo vital y obligatorio para sostener este ritmo que llevamos, aunque como sabemos, no todo el mundo lo hace. Si eres de los que dice: «No pasa nada si no reciclo, una persona sola no cambia nada.» Pues puede pasar que se formen manchas de basura gigantes en medio de los océanos, como, por ejemplo, la mancha de basura del Pacífico este.
El problema se acentúa cuando no hay una mancha tóxica en algún océano, si no que hay muchas y desperdigadas por los tres océanos principales: Índico, Atlántico y Pacífico.
Es un problema bastante serio, aunque no estamos seguros del daño que estas zonas oceánicas repletas de plástico causan en el ecosistema marino. Una idea errónea sobre estas manchas es que los medios de información las llaman islas o incluso continentes de basura, nada más lejos de la realidad.
¿De qué se componen estas manchas?
Estas manchas gigantes están formadas en gran parte por partículas diminutas de plástico (microplásticos) que permacenen flotando en la superficie de los océanos.
Estos microplásticos provienen principalmente de la degradación de plásticos más grandes que flotaban en el mar y de las redes de desagüe. Los microplásticos son suficientemente pequeños para atravesar los filtros de partículas de estas redes.
Formación de las manchas de basura
Estas partículas diminutas acaban juntándose y formando estas manchas gigantes por culpa de los giros océanicos.
Estos giros son grandes sistemas de corrientes oceánicas que fluyen de forma elíptica. Hay 5 giros destacables: Atlántico norte, Atlántico sur, Pacífico norte, Pacífico sur e Índico. Estos giros se forman principalmente en las latitudes del caballo, este curioso nombre se debe a que los primeros marineros que surcaban los océanos tiraban a los caballos por la borda, ya que temían quedarse sin agua.
En este vídeo se visualizan las principales manchas de basura del mundo, que coinciden con los principales giros oceánicos.
Al flotar en el agua, la basura de los océanos acaba llegando a los giros, donde se queda atrapada dando vueltas por los océanos hasta quedarse estancada formando manchas de basura. A causa de estos giros, hay islas con las costas llenas de residuos, como la Isla Henderson, situada en medio del Pacífico.
En busca de soluciones
¿Y ahora como arreglamos este desaguisado? Pues va a ser complicado, a día de hoy todavía no se han dado soluciones oficiales a este problema, pero siempre podemos pensar en alternativas.
La basura se amontona en grandes cantidades que podemos dividir en dos grupos: los microplásticos y los macroplásticos. Los últimos los podemos limpiar fácilmente, basta con una red. Pero para los primeros hay que pensar en otras soluciones.
He encontrado un artículo bastante interesante sobre un hongo que se alimenta de poliuretano, un plástico no degradable. No toda la basura está compuesta de poliuretano, pero parte de ella sí, y es una buena noticia.
También me he topado con una iniciativa bastante prometedora. En resumidas cuentas: consiste en la construcción de una plataforma que recoge la basura y la procesa. La clave es que la plataforma se debe construir en los giros para que las corrientes océanicas y los vientos hagan el trabajo sucio. Según su página web, en un plazo de 10 años la mitad de la basura existente en el giro de la plataforma sería retirada.
Pero por ahora solo nos queda esperar a que todo esto pase a la acción y veamos resultados reales. Mientras tanto, lo mejor es consumir plásticos biodegradables, plásticos que se descomponen en partículas orgánicas y por tanto más amigables para el medio ambiente.
PD: Por cierto, si habéis intentado buscar las manchas de basura desde Google Maps/Earth, habréis visto que no se ven. Esto no es porque me lo haya inventado todo, se debe a que la basura se mantiene en parte sumergida y como ya he dicho anteriormente, gran parte de la mancha son plásticos muy diminutos, suficientemente pequeños para pasar desapercibidos de los ojos del satélite.
¡Qué Curioso!